Civilizados con alambre

Imagen Velada transcurre en un country en un pueblo de Buenos Aires, donde el fantasma de un querandí asesinado hace cientos de años padece lo que le sucede después de la muerte. Dice que esta nueva forma de existencia es terriblemente aburrida y busca la forma de entender los avances de la civilización, ya que quedó estancado en ese territorio y no tiene otra opción más que convivir con los nuevos habitantes. Se pone al tanto de las nuevas tendencias mirando televisión y es testigo de su propia novela en vivo y en directo durante la reunión de una familia bastante adinerada. Al parecer, toda la historia es una idea suya, aunque por momentos cuesta distinguir su ensoñación de la realidad.


A medida que van llegando los distintos personajes se va complejizando armar un mapa mental de los vínculos que tienen entre sí: hay hermanos, hay nuevas parejas, hay ex de hermanos que ahora son nuevas parejas que a la vez salen a escondidas con otros hermanos. Los vemos haciendo malabares para que no se descubran sus secretos pero, como el fantasma debe haber aprendido de todas las novelas, siempre hay alguien escuchando atrás de una puerta. Lo curioso es cómo se esfuerzan para esconder cosas que al salir a la luz no tienen ningún tipo de consecuencia. Reciben todo tipo de noticias sin que nada les afecte, "siempre
 salen ganando”. Incluso pueden tener a alguien sufriendo muchísimo al lado y no les produce ninguna preocupación.

Desde el comienzo de la reunión hasta el final va aumentando la gravedad de un problema en la casa. Sin embargo todos se mantienen en el rol de espectadores, viendo cómo el problema avanza sin hacer nada al respecto. Cuando alguien propone una solución le dicen que no es nada, que ya se va a resolver, y lo subestiman hasta en su punto más trágico. Es una forma muy cómica y muy poética a la vez de hacer una crítica del desinterés que generan el poder y la ignorancia. Todo el tiempo hay breves intervenciones del fantasma que potencian la indignación que genera la falta de reacción incluso ante el peligro.

Lejos de generar rechazo o enojo, el tono de las conversaciones e incluso los temas de los que discuten logran generar cierto grado de simpatía con todos los miembros de la familia. Incluso los más cancelables tienen un lado vulnerable o demasiado exagerado que logra volverlos carismáticos.

Tienen varios debates sobre temas de clase y hasta de género, donde se hunden en un mar de prejuicios y confusión. Todo el tiempo se sorprenden con cosas que los descolocan de los personajes femeninos, como cuando una de las hermanas les dice que en un rato va a llegar una dealer a llevarles drogas para la fiesta. Quedan totalmente estupefactos ante la existencia de dealers mujeres, incluso dudan de que sea verdad. Pero todo el tiempo queda muy claro que los personajes más poderosos y los que tienen el control de las situaciones son las mujeres, aunque pareciera que ni ellas se dan cuenta. Los hombres de la familia son bastante cobardes y se humillan con facilidad, son quejosos y carecen de escrúpulos pero también de registro de lo que sucede a su alrededor. Las mujeres en cambio están muy organizadas, son libidinosas y no tienen vergüenza, hacen lo que se les da la gana y no necesitan hacer dramas para conseguir lo que quieren. Da la sensación de que no tendrían ningún problema de vivir sin hombres porque no los necesitan para nada.


Si bien el elenco es numeroso, todos los personajes son fundamentales. Todos aportan un color específico a lo que se quiere demostrar y le sirve de apoyo al de al lado para que logre su objetivo. La presencia constante del personaje de Tincho Lups (el fantasma), aporta un nexo con el público, a pesar de ser alguien muy lejano a nuestra realidad. Aporta un contraste de tonos y muestra lo absurdo de la civilización en los ojos de alguien que habitó ese suelo cuando era una llanura y no tenía ni vecinos. Suma una mirada sensible y hasta amorosa a todo ese absurdo y corta los momentos de tensión con reacciones muy chiquititas, muchas veces desde un segundo plano, y logra distender para que los demás puedan profundizar. La decisión de Tincho para ese papel es totalmente BRILLANTE, tiene una destreza corporal y sobre todo facial que hace cosas maravillosas con una naturalidad que parece imposible.

Creo que estamos en un gran momento histórico para ver una obra como esta, que nos obliga a ver los puntos más conflictivos del avance de la civilización y de las relaciones humanas. Es otro gran logro del director Santiago Gobernori, que una vez más sube su propia vara (y no tengo dudas de que la va a seguir superando). Tiene un estilo socialmente comprometido y estilísticamente absurdo que mezcla muchos recursos sin miedo a exagerar. Se distingue de otros directores y se agradece que profundice en su visión tierna, avasallante y un poco insalvable de la humanidad, siempre dejando un pequeño margen al error y hasta poniéndolo en evidencia al darnos pequeños finales felices.

 

 

Teatro Astros- Av Corrientes 746

Martes 20:30

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Dramaturgo: Santiago Gobernori

Actúan: Victoria Baldomir, Julián Cabrera, Paloma Contreras, Marcos Ferrante, Nicolás Gimenez, Tincho Lups, Bárbara Massó, Facundo Livio Mejías, Paula Pichersky, William Prociuk, Sabrina Zelaschi

Cover: Julia Morgado

Escenografía y Vestuario: Paola Delgado

Iluminación: Ricardo Sica

Fotografía: Agustín Bordignon

Diseño gráfico: Mariano Fernado López

Asistencia de dirección: Melina Avramides

Prensa: TP Agencia

Asistente de producción: Diego Siri

Producción ejecutiva: Lucía Asurey, Soledad Asurey

Dirección: Santiago Gobernori  

Producción general: Sebastián Celoria, Bárbara Lombardo

Nota: Joy Cantieri

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