La verdad hay que respetarla hasta el final del juego

Palabras Encadenadas es un thriller psicológico que deja al descubierto la complejidad de un tejido de mentiras que se nos va revelando a cuentagotas en un clima de absoluta tensión.


La obra inicia con un video de un hombre, Ramón, confesando un femicidio con lujo de detalles, sin ningún tipo de remordimiento, con una calma y normalidad escalofriantes. Dice que la víctima era una completa desconocida, que era una mujer frágil “como su mamá”. La única sensación que recuerda es tener hambre y hace mucho hincapié en dos cosas. Primero en que no cometió ningún tipo de abuso sexual “porque no es ningún desviado” y en que luego de matarla siguió con su rutina habitual.


Cuando finaliza el video, vemos que tiene atada a Laura, una psicóloga a la que le exige que le realice un tratamiento. Le explica que ya cometió varios asesinatos de personas elegidas al azar, incluso niños, y que graba videos para que puedan estudiar su caso. Desde un principio le avisa con total frialdad “quiero dejar en claro que te voy a matar”. Quiere que lo analice porque dice ser perfectamente consciente de sus actos. Le relata todo tipo de hechos perversos, le muestra evidencia, se regocija siendo cada vez más específico en su metodología.


La historia comienza a volverse más intrincada cuando nos enteramos de quién es Laura y por qué la secuestró. La obliga a jugar a
palabras encadenadas, donde tienen que decir una palabra que empiece con la última sílaba de la palabra del jugador anterior. El que gana tiene algunos beneficios, y el juego se vuelve una puja de poder. La principal consigna es “la verdad hay que respetarla hasta el final del juego”.

A medida que avanza la historia se van descubriendo nuevos detalles cada vez más siniestros que resignifican todo lo que está pasando. Por momentos se invierten los roles y hasta se escuchan algunas risas de alivio, pero de un instante al otro todo vuelve a complicarse y se vuelve a respirar el nerviosismo del público. Llega un momento en el que no queda otra opción que entregarse a la incertidumbre, casi que nos dejamos encadenar al darnos cuenta que no tiene sentido emitir ningún juicio porque todo puede cambiar en un segundo.



Sería imposible llegar a este resultado magistral sin la calidad INCREIBLE de las actuaciones de Natalia Pascale y Ernesto Falcke que abarca desde expresiones faciales ínfimas que te congelan la sangre hasta un despliegue físico en momentos muy intensos que se sienten como una coreografía donde cada movimiento encastra perfectamente con el texto y con el otro cuerpo.

Palabras encadenadas nos deja pensando hasta qué punto hay una versión definitiva en lo aberrante, nos muestra hasta dónde puede llegar la perversión y la fragilidad y sobre todo expone lo débil del juicio subjetivo incluso en los escenarios que parecen más obvios. Es definitivamente una experiencia muy potente y muy transformadora, se agradece que se utilice el espacio escénico para este tipo de historias en este contexto de violencia, fake news, desfinanciamiento de las políticas de género, de manoseo obsceno de la justicia, y realmente con lo difícil que es hacer teatro independiente estas apuestas valen mil veces más.

 

Itaca Complejo Teatral- Humahuaca 4027

Sábados 21hs

https://www.instagram.com/palabrasencadenadas.teatro/

https://www.alternativateatral.com/obra88382-palabras-encadenadas

Autoría: Jordi Galcerán

Actúan: Ernesto FalckeNatalia Pascale

Vestuario: Pheonía Veloz

Dispositivos Escénicos: Guillermo Ghio

Diseño de luces: Tamara Josefina Turczyn

Redes Sociales: Nico Matías Urra

Realización de video: Fiero Fuego (productora Creativa)

Banda Sonora: Guillermo Ghio

Gestión: Maria Emilia Cornier

Diseño gráfico: Horacio Carro

Asistencia de dirección: Iranda Acosta Toloza

Prensa: Marcos Mutuverría

Realización: Pablo Figueroa

Dirección: Guillermo Ghio

Dirección general: Guillermo Ghio

Nota: Joy Cantieri

Fotos cedidas por la producción y de Emanuel Cruz

 

 

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