Fundar un reino
Sombras, por supuesto es una especie de obra de ciencia ficción dramática interceptada por momentos de un humor inevitable que cuestiona qué es lo real, qué es lo valioso, para qué hacemos lo que hacemos y por qué lo damos por sentado.
Los agentes Abel y Cristina revuelven la casa de Ingrid y Raúl, que están tan indignados como atónitos con una especie de requisa de la cual no reciben ninguna explicación. Los agentes revolean cosas en su casa con mucha hostilidad y les hacen preguntas sin definir por qué están ahí. Ingrid les exige al menos saber si son considerados víctimas o victimarios ante semejante invasión. Les pide que sean cuidadosos con sus pertenencias, que para los agentes son “cúmulos de cosas”. Ingrid les dice que para ellos puede ser un cúmulo de cosas porque ellos las acumularon y para ellos son cosas viejas, pero que son elementos que ellos atesoran por su valor sentimental, que son cosas lindas de contar, que por supuesto que en sus manos eso no vale nada, se resetea su historia, empieza de cero. La agente intenta explicarle la idea de obsolescencia programada, es decir que los artefactos son creados con el fin de dejar de servir, y es como si hablaran en idiomas diferentes.
Las
diferencias también se vuelven abismales cuando comparan sus filosofías
de consumo. Raúl dice que comprar en un supermercado es un desperdicio, que se puede fundar un reino con todo lo que
la gente tira y con los animales que pueden cazar ellos mismos. Los agentes se
muestran horrorizados, pero Raúl se mantiene firme y muy convencido de su
estilo de vida, asegurando que él les causa mucho menos dolor a los animales
que el que les genera quien envasa a un cadáver de una vaca que termina en una
góndola de supermercado.
Luego de un
rato, los agentes les explican que buscan a Bruno, su hijo. Ellos se sorprenden,
ya que hace mucho no tenían contacto con Bruno y no tenían idea de que
estuviera desaparecido. Les cuentan una serie de anécdotas muy familiares de su hijo y de a poco
empiezan a hablar en otros términos, con un poco más de dulzura y sensibilidad.
Conocemos en más profundidad también las historias de los agentes, que resultan
ser más que extravagantes y usan métodos muy poco convencionales para
investigar, al punto que por momentos hasta dudamos si son humanos.
Otra cosa que a mi gusto es un súper plus es el escenario, centrado en un cuadradito pequeño en el medio de la sala con un par de artefactos, algunas hojas y una silla. Y no necesita nada más. La cercanía con el público y la distribución en círculo de las butacas permite que la reacción de los demás espectadores sea otro show aparte que potencia aún más este laburazo.
Arthaus
Central- Bartolomé Mitre 434
Lunes y
domingos 20hs
https://www.alternativateatral.com/obra84567-sombras-por-supuesto
https://www.instagram.com/sombras.por.supuesto/
Actúan:
Esteban Bigliardi, Pilar Gamboa, Esteban Lamothe, Susana Pampín
Espacio escénico:
Sebastián
Arpesella, Romina Paula
Ingeniería De
Sonido: Guido Gravano
Luces: Sebastián
Arpesella, Romina Paula
Fotografía:
Sebastián
Arpesella
Asistencia general:
Lucia Villanueva
Nota: Joy Cantieri
Fotos del teatro Arthaus Central
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