Por los que vienen
¡Kapuska! Un peronista suelto en Moscú nos embarca en el viaje de Pedro Conde Magdaleno, un líder gremial del sindicato de panaderos, pasteleros y afines que en 1947 es enviado por el gobierno de Perón a la Unión Soviética bajo la nueva figura de agregado obrero. Al llegar a su destino se da cuenta de que nada es lo que esperaba y va a tener que sobrevivir a la vez que trata de ayudar a quienes lo necesitan.
Apenas llegan a Moscú le parece
extraño que hayan tachado la palabra “obrero” de su visa. Su lugar de estadía
es muy precario, lo cual lo ofende profundamente porque destaca que cuando los
representantes internacionales van a Argentina se les da una atención llena de
comodidades. Su decepción es absoluta al darse cuenta de que lejos de ser un
paraíso, los trabajadores son explotados, maltratados y las leyes laborales no
existen. Incluso ve niños y mujeres trabajando en condiciones muy hostiles, y
si bien este panorama le parte el corazón también lo llena de coraje para
emprender una lucha para peronizar
este país.
El secretario del embajador le asigna
dos traductores, Paco y José, que tardan en confiar en él y hasta se burlan de
su entusiasmo y de lo efusivo de sus ideales. Pero llega un momento en que se
van a dar cuenta que es su única esperanza para poder sobrevivir al régimen
totalitario de Stalin.
Más allá de lo interesante de la historia,
la obra tiene un balance entre las tragedias que trata y el humor con el que lo
interpreta este elenco. Hay una construcción muy poderosa en este sentido que
incluso ayuda a retener algunos datos históricos que muchas personas pueden desconocer
antes de la función.
Hay detalles que son muy conmovedores
cuando llegás a tu casa y te tomás ese ratito para repasar todo lo que viste.
Por ejemplo, el personaje de Paco tiene una historia muy triste. Cuando era un
niño muy chiquito lo enviaron a Rusia para rescatarlo de la dictadura de
Franco. Este personaje está como estancado en su niñez, tanto en sus
movimientos, en su ropa como hasta en su forma de hablar. Tiene momentos de
mucha sensibilidad y mucha dulzura, y también tiene hasta humor y picardía de
niño.
También me parece una decisión muy
acertada que el personaje de Pedro sea interpretado por Carlos Belloso,
veterano de Malvinas. En este contexto tan hostil con los veteranos donde se
reivindica alevosamente el sálvese quien pueda, nos hacen este regalo de ver a
Carlos interpretando a un sindicalista heroico lleno de ideales que no tiene
problema en que se le vaya la vida con tal de mejorar la de los demás. Al
llegar a Moscú y quedar estancado en la miseria en ningún momento hace un
planteo pretencioso por una mejora de su propia calidad de vida, sigue
ciegamente fiel al proyecto por el que fue enviado y va a fondo con su objetivo
de llevar las ideas de Perón a sus nuevos compañeros. Otra cosa a destacar es
que su forma de enfrentar a los enemigos es completamente estratégica, desde la
inteligencia, la humildad y el carisma, y nunca lo vemos ejercer actos de violencia. Parece
mentira que logre actos de valentía semejantes sin usar la fuerza, otro detalle
muy significativo en estos tiempos.
¡Kapuska! Viene a recordarnos que
realmente la salida es colectiva, y que pase lo que pase la historia siempre
gira en círculos y nunca se gana o se pierde definitivamente. Como dice el personaje de Pedro, La lucha siempre es por los que vienen.
Viernes 21hs en El Victorial- Piedras 722
Sábados 20 hs en El Vitral- Rodriguez Peña 344
https://www.instagram.com/kapuska.obra/
Dramaturgia:
Florencia Aroldi, Max Delupi
Actúan: José Luis Arias, Carlos Belloso, Beto Bernuez, Eduardo Marcos, Alejandra Oteiza
Iluminación: Leandra Rodríguez
Proyecciones:
Lila Jimenez, Mara Jimenez
Asistencia de dirección:
Ile Jaciw
Producción ejecutiva:
Virginia
Petrozzino
Producción:
Max Delupi, Gabriel Mariotto, Marcelo Valsecchi
Dirección de arte:
Daniel Santoro
Dirección: Hernán Curly
Jiménez
Dirección general:
Carlos Belloso
Prensa: 0KM Prensa
Nota: Joy Cantieri
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