La revolución de la intimidad
El beso de la mujer araña, basada en la reconocida novela de Manuel Puig, cumplió 500 funciones de la mano de Valeria Ambrosio, con las actuaciones de Oscar Giménez y Pablo Pieretti. Este dream team viene a hacerle justicia a la obra publicada en 1976, que fue prohibida durante la dictadura y que sigue siendo un ícono fundamental de la comunidad LGBT.
Molina encuentra una forma de escape de esa realidad recordando
películas, y le cuenta a Valentín la historia de La mujer pantera. En ella, una
protagonista se enamora de un hombre que intenta ayudarla porque percibe que
tiene conductas extrañas y trata de controlar su espíritu salvaje. Sus intentos
se ven frustrados cuando, dominada por los celos hacia una compañera de
trabajo, entra en una carrera voraginosa hacia la fatalidad. Molina narra
detalles de gestos, ritmos, arquitectura; Valentín se impacienta porque quiere que vaya directo a los hechos concretos. No lo deja terminar una oración sin introducir algún planteo
político o social, cuestionando relaciones de poder y de clase, mientras que
Molina le responde con más fantasía y romanticismo. Así, la mayoría de los
relatos se interrumpen en discusiones que, sin embargo, los llevan a debates
donde afloran sus ideas, valores y personalidades, hasta que, poco a poco, empiezan a
dejarse interpelar por los argumentos del otro y las distancias se achican.
Un día, Molina come un plato de polenta y se descompone; Valentín lo
cuida hasta que se siente mejor. Días después, el que enferma es Valentín, ya
debilitado por su estado físico. Molina quiere cuidarlo y él reniega: le dice que
vaya a la enfermería, pero Valentín se niega porque “un preso político no puede
terminar en la enfermería”. Finalmente, se siente tan mal que se deja ayudar,
aunque lleno de culpa y vergüenza. Molina hace todo lo posible para que esté
cómodo, quitándole dramatismo a la situación. Cuando le ofrece bañarlo, la
coraza de Valentín se quiebra: no sabe cómo expresar su agradecimiento. El
contacto físico despierta en él una nueva sensibilidad que los acerca todavía
más, hasta que finalmente baja la guardia, se entrega a su deseo y tienen sexo.
La escena en el libro se aborda de manera un poco fría y escueta, sin
demasiados detalles y dejando casi todo a la imaginación. En cambio, en esta
puesta se muestra con pasión, con un estilo mucho más visceral, sin omitir nada
y tomando por sorpresa a un público que llega a esta escena entregado a una
adaptación fiel, y se encuentra con algo todavía más potente y superador. Hacen
totalmente propia esa intimidad que lograron y que parece incorruptible.
Valentín incluso dice “están afuera nuestros opresores, acá adentro estamos vos
y yo nada más”. Compara a Molina con una mujer araña porque envuelve a los
hombres en sus redes, dejando claro que él mismo fue cautivado por sus
encantos.
En definitiva, esta versión de El beso de la mujer araña no busca
endulzar ni suavizar nada: se anima a mostrar la violencia, los miedos, la vulnerabilidad
y el deseo en su estado más puro. La crudeza está en el encierro, en los
cuerpos golpeados, en los ideales que se chocan con la realidad, en las
traiciones. La sensibilidad aparece en los gestos mínimos, en la ternura
inesperada, en aceptar esa intimidad que florece en medio de las amenazas del
afuera. Esa tensión constante es lo que hace que la obra se sienta tan viva:
porque no es solo un retrato de época, es también una historia profundamente
humana sobre la necesidad de amor, de compañía y de dejarse atravesar y
modificar por el otro. Y al mismo tiempo confirma lo visionario de Manuel Puig,
que ya en 1976 escribía sobre nuevas formas de masculinidad, adelantándose
varias décadas a las discusiones sobre género, deseo y deconstrucción que hoy
todavía seguimos dando. Ver esta obra en este contexto de crecimiento del
discurso y los ataques de odio le da el toque revolucionario que busca su
protagonista, demostrando que el amor y el deseo también son armas políticas.
Teatro Buenos Aires- Rodriguez Peña 411
Viernes y Sábados 20hs
https://www.plateanet.com/obra/24349?obra=EL-BESO-DE-LA-MUJER-ARANA
https://www.instagram.com/elbesodelamujerarania2025/
Intérpretes: PABLO PIERETTI y OSCAR GIMENEZ
Escenografía: JOSÉ PALUMBO
Diseño
de iluminación: VALERIA AMBROSIO
Música
original: VALERIA AMBROSIO
DG: MARÍA FORNI
Fotografía: NACHO LUNADEI, CARLOS GARCÍA y GABI GBL.
Dirección
imagen pantalla: CRISTIAN HOLZMANN
Operación
técnica: LISANDRO CINGOLANI
Prensa: NATALIA BOCCA
Asistencia
de escena: EZEQUIEL CARDOZO
Asistencia
de dirección: MELISA FUENTES
Producción
ejecutiva y artística: ALEJANDRA
GARCÍA
Dirección: VALERIA AMBROSIO
Nota: Joy
Cantieri
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