Bestias gritándole a la luna

Tres latidos de pulmón artificial es la historia de Laura, Abigail, Samanta y Sofi, cuatro amigas que se conocen desde siempre y se van de viaje a una ciudad costera en pleno invierno por una despedida de soltera. Si bien Samanta tiene todo neuróticamente planificado, nada sale como lo esperaban.


La obra empieza con una charla de cómo sienten que se convirtieron en todo aquello de lo que se burlaban y un análisis de las diferencias entre sus anhelos y la realidad que les tocó. Empiezan a discutir, pero en realidad
las diferencias son poéticas. Se acusan las unas a las otras de ser demasiado lineales y no darse espacio para pensar de otras maneras y con otras palabras que se salgan de lo cotidiano y lo literal. 

Laura, que se encuentra mirando a un punto fijo en silencio en el medio de las discusiones, rompe el silencio para decirles que está perdida. Les explica que fue a comprar churros y cuando salió todo estaba diferente. “Las cosas que yo conocía estaban cambiadas”. Abigail busca una explicación lógica en la física cuántica, pero no hay soluciones, solo teorías y dudas. 


La atmósfera tiene un aire onírico que da la sensación de que todo es posible. Por momentos nos sentimos como Laura, preguntándonos si lo que está pasando puede ser real. Ella está desesperada por volver a su universo porque siente que su gente la está esperando y que tiene cosas pendientes. Se deprime cuando pasa el tiempo y ve que todo es más complicado de lo que pensaba. Se niega a quedarse ahí como forma de lucha, porque es muy difícil saber que nunca vas a tener lo que deseás.



Las actuaciones realmente lo tienen todo, cada personaje tiene una complejidad infinita y se complementa con las otras según la ocasión, dinámica muy orgánica en los grupos de amigas. Hay momentos divertidos que son realmente MUY graciosos y hay partes más turbias en las que se (y nos) meten de cabeza sin filtros. Si bien hay muchos momentos de ruidos, peleas y discusiones, hay instantes donde realmente frenan para escucharse que son reveladores y es imposible no desarmarse y conmoverse. Hay músicos en vivo que acompañan los cambios de ritmos y también ayudan con la utilería rompiendo un poco la cuarta pared y generando complicidad entre Laura, que ve todo absurdo e irreal, y el público que ya está entregado a la fantasía y a la incomodidad de lo raro. 


Creo que recién cuando salís y te ponés a charlar de lo que pasó te das cuenta de todos los temas que abordaron. Lo hacen de una forma tan espontánea, tan de charla totalmente real entre amigas, que no te das cuenta. Hablan de la mutación de la amistad a través de los años, de la vida de adultas, del amor, del casamiento, de los cuidados, del machismo, de la violencia, de la responsabilidad civil. Particularmente me gustó la versión que propone Samanta de la maternidad (aunque es probable que lo haga desde la negación de su propia situación). Ve a sus hijes como un ejército propio salido de su cuerpo que viene a cambiar al mundo cuando menos se lo esperen, siendo la madre de ese ejército una especie de líder mundial irrevocable.



 

Tres latidos de pulmón artificial nos hace pensar qué tanto sentido tiene el mundo tal como lo conocemos, hasta qué punto es normal o aceptable todo aquello a lo que nos acostumbramos. Sin ir más lejos, la escenografía es un mar de papeles y basura, pero al salir ya la vemos como una playa incuestionable. Al igual que ellas, algunos salen resignados aceptando la realidad y otros deben salir rebelados a buscar alternativas. Es imposible salir como entraste, es un antes y un después. Una vez que viste esta obra, es imposible olvidarse de que todo es tan absurdo y tan estúpidamente hermoso.



Teatro Beckett- Guardia Vieja 3556

bado 1 de julio 18:30 hs última función de la temporada


Tres latidos de pulmón artificial en Alternativa. Comunidad en escena. (alternativateatral.com)


Dramaturgia: Nicolas Blandi

Actúan: Florencia Cibeira, Mailen Dastoli, Antonella Fontana, Patricia Gayoso, Pilar Rodriguez Rey

Diseño de escenografía: Guido Llordi, Santos Gabriel Raso

Diseño de luces: Fernando Chacoma

Música original: Nicolas Blandi, Bárbara Gilles, Federico Meier, Javier Siede

Comunicación: Marcos Mutuverría

Diseño gráfico: Tatiana Zambianchi

Asistencia artística: Florencia Bonetti

Asistencia técnica: Ana Paula Iglesias

Producción Fotográfica: Pororoca Films, El Pájaro Films, Gustavo Carratelli, Rilind Modigliani

Producción: Ceta Teatro, Florencia Bonetti, Florencia Cibeira, Mailen Dastoli, Antonella Fontana, Patricia Gayoso, Santos Gabriel Raso, Pilar Rodriguez Rey

Dirección: Nicolas Blandi


Nota: Joy Cantieri


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